jueves, 29 de octubre de 2015

Capítulo 1 :: Apertura

Un manto de nieve cubriendo la blanca Manhattan. Nieve sobre nieve que alcanza y desborda la isla dólar. Nieve sobre nieve, doble blancura, en el barrio del Bronx y en la lejana Staten Island. Blanca la estatua de la libertad saludando la desembocadura del Hudson; blanca Long Island y blancos sus distritos, Brooklyn y Queens, los dos barrios unidos por puentes metálicos a la isla dólar. Blanco el país entero en el invierno del 56. Blanco e inocente. 
La guerra fría está asentada en los USA. El invierno --del año 56 o del año que sea-- contribuye a darle frescor a la guerra fría. Es el invierno de una guerra nuclear congelada, en su instante cero. El invierno, ese momento en que se detienen las campañas militares de toda la historia. El invierno como el espacio de paz blanca entre dos veranos, cuando se desatan las tormentas y las guerras.
El invierno en un apartamento de Brooklyn. Las ayudas sociales contribuyen malamente a sostener ese hogar amagado entre dos callejuelas, oscuro pese a la blancura de las calles que lo rodean. Hay desorden en el apartamento. Desorden de libros, de camas y sábanas, de cojines y sofás. Hay sillones a punto del destripamiento. Hay muelles ocultos todavía. Cucarachas que recorren de un lado a otro la estancia. Y aparte de la vida animal mencionada, hay muestras de vida humana en el hogar, hay habitantes del caos. Hay un niño y una niña, ambos en la frontera superada de la adolescencia. Y hay libros de ajedrez en los sillones destripados. Bobby Fischer, con jersey de lana de cuello largo, intenta sobrellevar ese invierno. Su hermana hace lo mismo. Mamá hace dos días que no aparece por casa. Ha ido a protestar por la guerra de Vietnam que aún no ha empezado.

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